El histórico componente de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá entregó al alcalde el instrumento musical, junto a un cuadro dibujado por su sobrino
El famoso saxofón de Nicolás Mingorance, letrista de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá durante 40 años, formará parte de la exposición permanente de la Casa del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.
El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, acompañado del noveno teniente de alcalde y concejal de Promoción Económica, Alfonso Cabelle, y la concejala de Fiestas, Gladis de León, recibió al prestigioso letrista, a quien agradeció la cesión de un elemento que ya forma parte del Carnaval y “que viene a completar el espacio que tiene la Ni Fú-Ni Fá en la Casa del Carnaval”.
Nicolás Mingorance aseguró que para constituye un “orgullo el que algo que tiene un significado tan importante para mí, como es el saxofón que me regaló don Enrique, pueda ser compartido con todos los carnavaleros”.
La recepción sirvió para que, tanto el alcalde como el letrista, recordarán momentos vividos por ambos durante sus años de carnavaleros.
Mingorance destacó que el saxofón fue un regalo que le hizo Enrique González, fundador y director de la Ni Fú-Ni Fá, cuando cumplió 25 años como letrista de la afilarmónica. Además, aprovechó la recepción en el Ayuntamiento capitalino para hacer entrega de un cuadro que le dibujó su sobrino, ya que entendía que junto al saxofón, debía ser entregado al Consistorio. Ambos objetos pasarán a formar parte de la exposición fija de la Casa de Carnaval.
Nicolás Mingorance Camacho nació en 1928 y fue letrista, o letrero como él mismo se denomina, desde 1963 de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá; autor de gran parte de las letras que forman el repertorio de esta agrupación a lo largo de su historia. Actuó con la Fufa de forma consecutiva durante cuarenta años (1963-2002).
En el año 1980, el Ayuntamiento le hizo entrega de una placa en reconocimiento a la confección de tantas letras carnavaleras. A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios y reconocimientos; el último, el año pasado de manos de la Ni Fú-Ni Fá que le concedió la insignia de Oro y Brillantes, distinción que la sociedad sólo le había otorgado al director fundador, Enrique González Bethencourt.